sábado, 26 de junio de 2010

“Los Humedales: Su Incidencia en la Gestión Metropolitana”

Resumen de la disertación:
“Los Humedales: Su Incidencia en la Gestión Metropolitana”
Arq. Alfredo Garay (Corporación Puerto Madero)
Jornada sobre Islas y Humedales del Partido de Escobar - 14 de mayo de 2010

El primer expositor fue el Arquitecto Alfredo Garay quien es titular
de la cátedra de Urbanismo de la UBA y miembro del directorio de la
Corporación Antiguo Puerto Madero .
Comenzó su presentación explicando como fueron creciendo las ciudades
y su comportamiento con respecto a los humedales y los cursos de agua.
Las zonas de humedales eran ocupadas con:” un patrón de ocupación que
aceptaba convivir con la inundación, eso llevó a las construcciones
sobre palafitos”.
Además explicó los nombres y las características generales de
las distintas zonas en las cuales se basa la organización territorial
y su interrelación con la matriz ambiental. Comenzó la clasificación
desde las tierras que bordean a un río hacia el interior. La primer
zona es la del humedal o bañado o albardón o zonas bajas que acepta la
inundación, en segundo lugar el periurbano – formada por todo el suelo
que incluye, los ríos y arroyos, corredores biológicos- que conectan
al humedal con la zona urbana-, luego la zona urbana y por último la
zona rural.
Explicó que para poder proteger y tener garantía ambiental el
límite debe ser el humedal y debe estar conectado por medio de
saludables corredores verdes o biológicos al periurbano. Como el
periurbano es la interfase entre la zona urbana y rural no es
apropiado que esté ocupada por asentamientos permanentes, ni
basurales, por ello la zona del periurbano por sus características
particulares de suelo puede ser destinada al trabajo agrícola. Sin
embargo al ser tierras costosas para dicha actividad se ve dificultada
su ocupación y por tanto se decide reordenar el territorio
cambiándoles la clasificación de zona complementaria (que es como se
afecta al periurbano) por zona urbana y se la afecta al uso
residencial elevando significativamente el valor del suelo y
destinándolas a un finalidad inapropiada.
Al ver la posibilidad de reordenar el territorio para elevar
simplemente el valor suelo se estimula la tendencia por ocupar los
humedales.
Si en la organización territorial afectamos a usos urbanos
las áreas que ocupan los humedales, estamos haciendo lo contrario de
un correcto ordenamiento territorial, promoviendo urbanizaciones que
significan un empobrecimiento del soporte y habilitando áreas de
fuerte vulnerabilidad desde el punto de vista hidráulico.
Es así que los altos costos traen consigo un cambio en el
perfil ambiental y a la vez del perfil social de la población.
Ante esta realidad tiene que haber un fuerte interés en
salvar el área del humedal. Hay que preguntarse con seriedad y
responsabilidad dónde puede la ciudad tocar los humedales, si es que
debe tocarlos. Si tomamos por ejemplo la experiencia de Nordelta
¿Tiene sentido que se repita? Hasta qué punto se ajusta a las
previsiones de la ley 8912/77 de ordenamiento territorial y uso del
suelo, que pese a sus restricciones es el marco legal vigente. Surgen
una serie de dilemas: manejo de cuencas, tratamiento de residuos,
provisión de áreas verdes….Por tanto en el contexto actual, antes de
formular una política de desarrollo urbano debemos tomar decisiones:
Identificar cuales tierras hay que retirar, cuales tierras hay que
recuperar, que tierras rehabilitar y cuales densificar, donde contener
la expansión y en qué casos consolidar el borde urbanizable.
No podemos obviar que tiene que haber criterios de
intervención para evitar y en lo posible revertir situaciones críticas
porque está en juego la garantía ambiental de la población.
Luego de la exposición la audiencia efectúo una serie
de preguntas al expositor:

¿Podría usted explicar en detalle la situación de NorDelta?

Respondiendo que se trata de una ocupación de
la zona de humedal aprobada hace muchos años por el gobierno
provincial y apoyado en su momento por el municipio de Tigre. Creo que
se la debe diferenciar de la propuesta de un proyecto equivalente en
el municipio de Escobar, que espera una resolución, y que en el
presente ha de ser objeto de una discusión pública. Creo que esta
discusión es una instancia importante para hacer sentir el peso de la
ciudadanía para poner a prueba la voluntad de conservar los humedales
frente a un sistema de intereses económicos y políticos que amenazan
con urbanizarlos.

¿El gobierno está ausente en la planificación urbana?

Opinando que aplicando la ley de aguas de la provincia los gobiernos
tienen muchos condicionamientos para urbanizar las áreas costeras. A
este tipo de restricciones técnicas y ambientales habría que adjuntar
el punto de vista de la sociedad local.

¿Cómo se aprueban lugares como clubes de campo?

Explicó que La ley 8912 responde a esto, la identificación de algunas
áreas como rurales o complementarias habilita según la ley la
localización de clubes de campo. Pero la misma ley establece una
dimensión mínima de las parcelas (para garantizar la baja
densidad),una dimensión máxima de este tipo de clubes, y la
prohibición de habilitar otros a una distancia menor que la
establecida (evitando tener un club al lado de otro).

¿Podría explayarse en su opinión referida a queEscobar se convierta en un puerto?

Desarrolló que al mirar la tendencia a lo largo del Río Paraná y el impulso de la hidrobia, es de esperarse el establecimiento de nuevos puerto. También es este un tema
donde debería considerarse el punto de vista de la comunidad.

¿Qué actos se pueden efectuar para proteger?

Mencionó que consideraba que la zona de transformación más dinámica es
el Partido de Escobar. Al incrementarse el valor del suelo los dueños
del suelo tienden a vender. Para poder proteger hay que establecer
restricciones, que en tanto límites al derecho de propiedad sólo
pueden sostenerse como defensa del bien común. La legitimidad de estas
normas se basan en la razonabilidad de la norma, en su publicidad y en
la igualdad ante la ley , la razonabilidad suele apoyarse en
condiciones objetivas de carácter ambiental (como las condiciones
hidráulicas), sanitarias (prevención de enfermedades) o patrimoniales
(preservación de espacios significativos desde el punto de vista
histórico o paisajístico).
La posibilidad de abrir nuevos frentes de urbanización también plantea
la cuestión del destino de estos suelos, y la posibilidad de
afectarlos a otro tipo de iniciativas-ecosustentables- o
urbanizaciones sociales que resulten accesibles a los sectores
populares, loteos sociales.

¿Cómo articular la protección?

Consideró que hay que para analizar estas cuestiones
es necesario promover la existencia de ambientes participativos, donde
pueda desarrollarse un debate democrático.
Algunos de los presentes consideraron que no es fácil en el Partido de
Escobar. No hay generada una estructura para enfrentar este problema
como totalidad. Porque normalmente estas cuestiones son tratadas caso
por caso, propiedad por propiedad. Porque se trata de propuestas
aisladas que no tienen en cuenta el impacto ambiental en su conjunto.
Por esto es necesario que exista un plan, donde estas decisiones
puedan ser planteadas en abstracto, antes que se deba decidir sobre un
emprendimiento en concreto.